Ella: Ey,
creo que esta es la última vez que nos vamos a ver.
Él:…Bueno ¿Puedo
preguntar por qué?
Ella: (mira para abajo, después lo mira a él) Sí.
Me estoy por poner de novia.
Él: Ahh, no
sabía que estabas con alguien. No estoy diciendo que no podías, eh. Claro que
podías. Podés. Pero no sabía.
Ella: Sí,
bueno…es que nosotros nos divertimos juntos, la pasamos muy bien, pero no da
para mucho más.
Él: Puede ser,
tampoco nos estás dando todo el tiempo del mundo.
Ella: Dale,
boludo. Nos fuimos juntos del recital, y desde ahí nos hemos visto, ¿qué?, unas
seis, siete veces. Todas para terminar garchando. Se nota que no da para mucho
más esto.
Él: Pero, no
entiendo, ¿no te pone contenta saber que me vas a ver? A mí me gusta saber que
voy a verte cuando voy a verte (se acerca
a darle un beso).
Ella: (Le da el beso pero se desprende rápido)
No, sí, obvio. No es eso. Es que jugamos a los novios una vez por semana, y
después nada, cada uno hace la suya. Así no podemos pensar en algo.
Él: Sí, pero
de ahí a que empieces una relación con otro pibe hay como un trillón de pasos (le camina con los dedos por la espalda).
Ella: Sí,
bueno. Es que…Es que vos me gustás. Me gustás mucho. Creo que nos pasa a los
dos. Pero no sentimos por el otro. O
sea, vos me encantás pero, no sé, no me pasan cosas, no te quiero.
Él: Ouch. Si
yo, siendo hombre, te digo algo así, soy la mierda más grande del mundo.
Ella: No,
buen, entendiste lo que quise decir.
Él: Mirame, ¿no
te podrías enamorar de mí? (sonríe y parpadea)
Ella: Dale,
no me jodas (riéndose, le pega despacito
en la cabeza).
Él: En serio
te pregunto. Yo creo que sí. No estoy ahí todavía, pero creo que podría llegar
si sintiera que vos también querés.
Ella: Me
decís esto ahora porque sabés que quizá sea la última vez que me tengas así,
desnuda, en tu cama.
Él: Agregaste
un ‘quizá’.
Ella: ¿Qué?
Él: Con
respecto a la primera vez que me lo dijiste, hace 5 minutos. Ahora agregaste un
‘quizá’. Bastante esperanzador, me permito decir.
Ella: ¿Me
estás boludeando?
Él: No. No
puedo. No estoy en condiciones, me parece. Me estás dejando.
Ella: Dale,
no te estoy dejando. No es dejar si no hay relación.
Él: Vos
pensás que sólo servimos para esto. Para coger.
Ella: Y, un
poco sí. No nos demostramos lo contrario.
Él: Pero
siempre hablamos, nos reímos. Hemos visto películas.
Ella: Sí…todo
antes o después coger.
Él: Lo estás
simplificando mucho. Está bien igual, si no querés no te puedo obligar. Pero
espero que entiendas que es muy difícil clickear
así con alguien. Y todavía más difícil enamorarse.
(Ella se para, camina al living)
Él: ¿A dónde
vas? ¿Querés tomar algo? Yo te sirvo.
(No contesta. Vuelve a la habitación con un
cigarrillo en la boca. Se tira en la cama, en el mismo lugar donde estaba
antes)
Él: Ah, no
sabía que fumabas.
Ella: Nunca
me preguntaste.
Él: Estoy
celoso.
Ella: Buá.
Sos un goma. Si quisieras “retenerme” (hace
las comillas con las manos) no dirías boludeces así. Ni lo conocés. Hasta
donde vos sabés, es un boludo con el que pasa un poco más que garchar. Del que,
por ahí, en algún momento, me pueda enamorar. No sé.
Él: No, no
entendiste. Estoy celoso del cigarrillo. Si te vas a llevar algo a la boca para
prenderlo fuego, me gustaría que fuera a mí (se
le acerca).
Ella: No
hagas eso.
Él: ¿Qué
cosa?
Ella: Eso.
Decir cosas que sabés que me van a mover el piso.
Él: Qué
querés que haga, me gusta moverte el piso. Me gusta moverte cualquier cosa, de
hecho.
Ella: Sí,
bueno. Basta. Todo lo que decís para mí es un anzuelo. No quiero tener de dónde
agarrarme para seguir con esto.
Él: Hay un
conflicto de intereses acá entonces, porque yo no quiero que dejes esto (pronunciando muy fuerte). Si
estamos bien, si podemos estar mejor. No entiendo porque decidís salirte de esto (pronunciando muy fuerte).
Ella: (Se mueve. Se apoya en sus codos) En
Lost in Translation, la noche que él le manda un memo para ver si está
despierta y ella se va a su cuarto a ver tele, Charlotte le dice a Bob que
nunca deberían volver a Tokyo, porque no sería tan divertido como esa vez. Con
nosotros es algo así. Siento que si ponemos segunda y decidimos andar, vamos a
arruinar todo lo bueno que es esto. Esto
(lo pronuncia fuerte como él y se ríe).
Él: Okey.
Ojalá tengas un noviazgo de película con este otro pibe entonces. Que esos sí
son reales, eh (se para y empieza a
caminar sin dirección).
(ella mira para abajo sin decir nada,
sostiene y menea el cenicero donde tiró el cigarrillo, que es de esos que tienen agua
adentro para que no siga saliendo humo)
Él: Perdón, no
quise hablarte mal.
Ella: No,
está bien. Puede ser que esté buscando un noviazgo de película donde todo
funcione y eventualmente todo aburra. Pero si es así, quiero probarlo y darme la cabeza contra la pared
yo sola.
Él: (se acuesta de nuevo, esta vez más cerca de
ella) Quedate. Quedate y dátela conmigo. Por favor.
increible
ResponderEliminarMuchas gracias, n/n.
EliminarMe colgué leyendo lo que escribís, me encanta! Las palabras saben transpasarte! Besos!
ResponderEliminarAy, muchas gracias! :)
Eliminar