Descansé con los ojos cerrados un rato, sin enjabonarme, sin casi moverme. Después, tomé aire y me metí. Fue algo divertido sentir las burbujas que llegaban a superficie y morían. Escuché todo aumentado. El teléfono, al vecino, los dedos de mis pies moviéndose. Todo. Hasta que me molestó un poco. Volví.
Las onomatopeyas eran otras, no las ideales. El agua no sonaba, al moverse/me, como en las películas.
Vi que se tornaba gris. Las sales se me estaban clavando en el cuerpo. Mi suciedad impregnaba el agua limpia y la suciedad de la misma bañera se desprendía ensuciándome a mí. El olor se había ido y la temperatura iba subiendo a tibia de a poquito.
La sensación, la fantasía de nuevo se teñía de mugre. Mi parte superior tenía frío y el pelo no terminaba de estar mojado por completo jamás. Me incomodé. Me acomodé. Me volví a incomodar.
Me paré a ponerme shampoo y me vi en el espejo. Parecía aceitosa, como untada con manteca o alguna forma de grasa menos feliz. Volví a acostarme, esta vez cabeza adentro y piernas apoyadas en las canillas. Pensé de más.
Tuve la opción de deshacerme de esa piel contaminada, muerta y, en cambio, elegí sumergirme en ella. Además, había crecido. Ya no era para mí. Quizá me zambullí sabiendo que, por más atractivo y renovador que pareciera, sería la misma mugre, sería fregarme pasado con olor a nuevo.
Salí a medio lavar, con algunos parches de limpieza y otro tanto de tensión cervical, pensando en que fue mi culpa por meterme en donde no cabía y en que nunca es bueno volver con un ex.
Me paré a ponerme shampoo y me vi en el espejo. Parecía aceitosa, como untada con manteca o alguna forma de grasa menos feliz. Volví a acostarme, esta vez cabeza adentro y piernas apoyadas en las canillas. Pensé de más.
Tuve la opción de deshacerme de esa piel contaminada, muerta y, en cambio, elegí sumergirme en ella. Además, había crecido. Ya no era para mí. Quizá me zambullí sabiendo que, por más atractivo y renovador que pareciera, sería la misma mugre, sería fregarme pasado con olor a nuevo.
Salí a medio lavar, con algunos parches de limpieza y otro tanto de tensión cervical, pensando en que fue mi culpa por meterme en donde no cabía y en que nunca es bueno volver con un ex.
No sé que escribir. Agradecer me parece obvio, felicitar una osadía. Comentario incómodo como tu baño de inmersión, que las analogías son para todo(s).
ResponderEliminarGraciaaaas!
EliminarTerminé de comer y de postre leí tu blog. Me encantó.
ResponderEliminarCon ❤@RockeameEsta
Muchas gracias lindor! Besos.
EliminarPor momentos me divirtió, sobre el final ya me dolía un poco el cuerpo y quería salir de acá. Genial
ResponderEliminar:) :) :) :)
EliminarY esto no lo es: http://www.tuitearte.es/wp-content/uploads/2013/09/Esto-no-es-una-pipa.jpg
ResponderEliminar*levanta pulgares*
ResponderEliminar*clickea me gusta*
*cualquier otra gilada gestual que diga que me gustó pero sin palabras*
^_^
Sos amor a carcajadas!
Eliminar^_^ <3 <3 <3
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