miércoles, 8 de junio de 2016

Un terremoto y jabón en pan

Entonces abro el chat de Carolina y le digo que ayer soñé con un terremoto, que me desperté y la cama temblaba. Te juro, temblaba. Y llamé al perro que dormía en el living y vino corriendo haciendo ese sonido de chapitas de botella de vidrio y se sentó en la esquina derecha de la cama, la de siempre. Cuando le digo que ‘abajo’ al rato se vuelve a subir y se hace una bolita en esa esquina onda no me vieron, ¿no? ¿Pasó? Pasó. Y yo lo veo, pero pasa igual, porque la verdad es que me encanta dormir con el perro. Bueno entonces le digo a Carolina que soñé con un terremoto y me dice que estoy flasheando porque la última vez vimos esa película del tsunami y quedé paranoico con los desastres naturales. Le digo que no, que no es eso Carolina, la cama temblaba y empecé a pensar que capaz como había hecho tanto bardo con los de la fábrica de colchones seguro me pusieron una rata adentro, y ahora estaba luchando por sobrevivir en espuma de alta densidad, de re alta, 30 centímetros o gramos o milímetros, no sé Carolina, quién carajo sabe en qué se mide la densidad de la espuma del colchón, la cuestión es que la cama temblaba y vino el perro y en un momento paró pero igual me quedé pensando y qué si se me caía el techo y no nos veíamos más.


No sé si es espuma o goma espuma pero no importa.


Agarro y le escribo un choclo, de esos que decís uh qué denso yo con esto no quiero lidiar. Pero una vez el Pola dijo que no sé qué cosa de la noche y que quería rescatar a la piba que le gusta de los malos, y le dije qué hermoso, la puta madre.


Yo ya tengo todo planeado, nos vamos juntos Carolina, si se cae el mundo nos vamos juntos. Por ejemplo no vamos a llevar jabón cremoso porque duran mucho menos, el otro día me compré 3 palmolives violeta de lavanda o arándanos o algo de la naturaleza color violeta y el primero ya está tipo feta. Así que jabón en pan pero de glicerina aparte viste que dicen que hace mejor a la piel, deja menos residuos, qué sé yo. ‘Jabón en pan’ es un poco gracioso. Después le pregunto a Carolina qué enlatados le gustan porque la cama ya no vibra pero quedé medio manija y la verdad es que ya estoy jugado. Mil mensajes le mandé. Estoy jugado.


Le escribo si palmitos y paté se puede pero borro porque me va a mandar el link de let me google that for you, siempre lo mismo. Me gusta, es como una interna. Me gusta que tengamos cosas que sólo a nosotros dos nos causan gracia más que nada porque me gusta ver como te reís y saber que fue mi culpa o, mejor, nuestra.

Nada perdoná que te escriba todo esto pero además el sábado a la noche me junté con los chicos por el cumple de León y hablamos de un reality de gente que tiene planes de cómo rajar de donde está si pasa algo pulenta tipo la Falla de San Andrés que en realidad la nombro como haciéndome el leído pero es algo que aprendí hace 18 horas. Bueno y los tipos saben todo, cargan la chata y se van a la mierda y se salvan del quilombo.


Tendríamos que llevar al perro. Si me pide que duerma abajo le digo que sí. Total está la esquina de invisibilidad. Te prometo que mi colchón no lo llevamos, mejor el tuyo que vos sos re cálida y tenés una voz muy dulce que me encanta y seguro tuviste la mejor con los de la empresa.


También el sábado jugamos al Memorioso, yo jugué con Sofi que se confundió a Cameron Diaz con James Cameron y anotó que Cameron Diaz había hecho Titanic pero te cuento más en el viaje que va a ser largo.


Te rescato y si es por mí te llevo a cococho hasta Retiro a tomarnos el primer Chevallier que nos deje en un poquito de calor. Así de paso siento tus brazos alrededor del cuello un rato.


No voy a dejar que nada te dé miedo, ni las películas ni las catástrofes ni las ratas gigantes.


Igual le dije que no pensara que quedé con cagazo de lo del tsunami, que lo de las pelis era aparte. Además. Por las dudas.


Nos vamos juntos, Carolina. Si se acaba el mundo nos vamos juntos.

Una foto publicada por Lucas Garcia Molinari (@_lucasgm_) el